Efecto biológico de la luz polarizada en un organismo vivo

Cuando la luz polarizada incide en un tejido, una pequeña fracción de los rayos de luz se refleja (alrededor del 4%) y el resto pasa al interior del tejido, donde se dispersa y absorbe. La dispersión y la reflexión de algunos componentes del tejido afectan tanto a la distribución espacial de la energía luminosa como a la posibilidad de su absorción en un determinado volumen de tejido. La absorción de la luz (absorción de energía) por el tejido es el proceso último y más importante sin el cual no podría producirse una reacción fotoquímica (transformación química inducida por la acción de la absorción de la luz).

La energía luminosa absorbida suministra la energía de activación de las reacciones químicas (principalmente en los procesos celulares) que dan lugar a la respuesta del organismo. A continuación, actúa específicamente sobre las membranas celulares, impulsando el metabolismo celular (metabolismo) y acelerando así significativamente las capacidades regenerativas y los procesos de curación. Reduce la percepción del dolor y suprime los procesos inflamatorios en los tejidos. Otro efecto es la supresión de la producción de sustancias que acompañan a los estados de enfermedad y, por último, la acción directa de la luz sobre la piel. La luz polarizada estimulante de las biopelículas tiene la capacidad de penetración dirigida en las estructuras más profundas. La profundidad de penetración de la energía luminosa y su capacidad para propagarse por los tejidos también dependen de los parámetros físicos que garantizan la eficacia de la fototerapia.

También depende mucho de la pureza de la piel y de la naturaleza del tejido concreto que se irradia, su densidad, pigmentación, cantidad de grasa subcutánea, etc. La energía luminosa de la biolámpara, que es absorbida gradualmente por el tejido cutáneo en el que penetra, produce efectos muy significativos desde el punto de vista terapéutico, entre ellos

  • refuerzo del sistema inmunitario
  • curación de heridas y tratamiento de lesiones
  • tratamiento del dolor o reducción de su intensidad
  • aumento de la energía, la fuerza y la resistencia
  • aumento de la saturación de oxígeno (fijación) y del transporte por la sangre
  • ralentizar la frecuencia respiratoria
  • ralentizar el ritmo cardíaco bajar la tensión arterial
  • reducir la glucemia
  • disminución del lactato sanguíneo tras el esfuerzo físico
  • aumentar la resistencia al estrés
  • mejora de la microcirculación
  • armonización de los procesos metabólicos
  • estimula los procesos regenerativos y reparadores en todo el organismo

Ventajas de uso

Mayor eficacia en el tratamiento con la biolámpara Biostimul con resultados rápidamente visibles, permite el uso de luz monocromática q más eficaz, que, al igual que con los láseres terapéuticos, elimina la contraacción mutua de las partes individuales del espectro luminoso (colores) de la luz policromática (blanco/amarillo), como ocurre con las biolámparas clásicas.

A diferencia de los antiguos tipos de biotubos, el Biostimul puede utilizarse tanto para indicaciones superficiales (por ejemplo, problemas cutáneos) como profundas (por ejemplo, dolores articulares), gracias a una profundidad de penetración efectiva de más de 4,5 cm.

La Biostimul no emite calor, ya que es una luz fría (es decir, no se sobrecalienta, como las biolámparas convencionales), lo que es especialmente importante desde el punto de vista terapéutico, por ejemplo, en el tratamiento de inflamaciones en las que el calor no es deseable.