No necesito utilizar analgésicos en absoluto

Estoy muy contento con su biolamp, no me arrepiento en absoluto de haber gastado dinero en ella. Lo que más me ayuda es la articulación de la cadera, la columna cervical y la rodilla. Tengo un alargador, me lo meto en los pantalones para la articulación de la cadera y puedo caminar por mi apartamento y hacer cualquier cosa que necesite - el alargador corre detrás de mí como un perrito. Lo combino con una cataplasma de Priessnitz, iluminándola por las noches cuando veo la tele. Y cuando me acuesto me pongo una biolámpara en las cervicales, me ayuda bien ahí y duermo bien después. ¿Y sabe por qué? Ahora no tengo que tomar analgésicos. Podías tomarlos para siempre y aún así no me ayudaban después. Ahora no necesito medicación en absoluto. Últimamente me he hecho torceduras en las manos y los tobillos, y ahora me dan mucha rabia. Hacía frío y me resfrié y ya está. Por suerte me acordé enseguida de la biolámpara y desde entonces mejor. Intento que no se me caiga al suelo, ya se me había caído una vez, me daba miedo volver a encenderla, pero me llevé una grata sorpresa, funcionaba perfectamente normal. Realmente es una cosita impecable.
¿Cómo empezó a trabajar con la biolámpara?
El año pasado, en una presentación pública en nuestro restaurante. Éramos unas 15 personas. Yo estaba como, bueno, para mi cadera y mi columna vertebral, ya debería haber tenido esto en casa. Pero no de inmediato. Cambié de opinión tranquilamente y luego llamé a la señora Rambouskas y me lo trajo a casa.
¿Se lo contaste a alguien?
A una amiga mía de aquí al lado, que va a cumplir 90 años y ¿sabes lo que me dijo? Si te hace sentir bien, bueno, supongo que tu fe te está curando. Así que les dije, si fuera tan sencillo, todos estamos perfectamente sanos y nadie está herido.
¿Y qué dice tu médico?
Voy al hospital para rehabilitación. Me confié y por la señora de primaria y me felicitó que ellos también lo tienen y que es una gran cosa que lo usen a menudo. "Señora Vanecek, lo ha hecho muy bien.
Si lo tiene en casa, podemos ponerle otra cosa aquí", me dijo. Y nuestro médico de distrito que vive al lado, el Dr. Kucera, también lo conoce y habla de él:
"Bien hecho Sra. Vaněčková, muy bien que la tenga". Y también el Sr. Dr. Kaplan, el traumatólogo me dijo: "Cuando tenga esta lámpara, no tendrá que tomar ninguna medicación, señora Vaněčková, eso es una ventaja".